Si sospechas que alguien está utilizando tu idCAT Certificado, rebócalo .

Es recomendable seguir las siguientes medidas para evitar usos indebidos del idCAT Certificado:

Proteger el idCAT Certificado con un PIN (clave privada)

Proteger el certificado con un PIN (clave privada) significa que cada vez que se quiera utilizar el sistema pedirá una contraseña. Para ello, durante el asistente de la instalación del idCAT Certificado , tienes la opción de habilitar la protección segura de la clave privada tal y como se muestra en la siguiente imagen:

Seleccionar la opción de habilitar la protección segura de la clave privada

Una vez marcada la opción anteriormente comentada, si continúas el asistente llegas al botón “Finalizar” y posteriormente se ve la siguiente pantalla, donde se ha de clicar en “Nivel de seguridad”.

En la siguiente pantalla marca “Alt” y continúa el asistente.

Por último, indica el código que quieres utilizar para el uso del certificado y finaliza el asistente de importación. El certificado ya está protegido por un PIN. 

MUY IMPORTANTE : Este PIN no podrás recuperarlo, porque es un código entre tú y tu ordenador. Indica un código seguro que nadie pueda averiguar pero que sea fácil de recordar.

Esta acción debe realizarse cada vez que instales el idCAT Certificado en un nuevo dispositivo .

No descargarlo ni utilizarlo en un locutorio u otro sitio con ordenadores de uso compartido

El certificado idCAT es una herramienta que permite realizar trámites como ciudadano, si lo descargas o lo utilizas en un ordenador de uso público cualquier persona con acceso al archivo de tu certificado podría suplantar tu identidad, y las consecuencias legales derivadas de esa acción te corresponderían a ti como titular del certificado.

Si lo haces, asegúrate de desinstalar el certificado y borrar el archivo instalable (en caso de que lo hayas guardado en el ordenador) una vez lo dejes de utilizar .

No dejar que otra persona utilice tu idCAT Certificado

El certificado digital es personal e intransferible, por tanto, dejarlo a un tercero para que lo haga uso, por ejemplo, a un gestor o un familiar, implica que éste está actuando en tu nombre y está suplantando tu identidad.

Las consecuencias legales derivadas de esta práctica recae sobre el titular del certificado (es decir, tú). Por eso, es importante que seas cuidadoso y no dejes que nadie lo utilice.